Esta semana veremos como se avanza en la apertura para el aceite de oliva y la eliminación de las cuotas de carnes y lácteos para Chile en contraposición a las nuevas exigencias fitosanitarias y los alcances de las indicaciones geográficas de la UE.
Luego de 15 años de vigencia del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Comunidad Europea, el año pasado se comenzó a negociar una actualización para modernizarlo y dar un nuevo impulso a la relación entre ambas partes, en un mercado que se ha convertido en el tercero más importante para las exportaciones silvoagropecuarias nacionales.
Entre hoy y el jueves se realizará, en Bruselas, la tercera ronda de negociaciones para avanzar en esa modernización -aunque es la segunda enfocada en temas económicos y comerciales, ya que la primera tuvo un carácter político-, donde representantes de la Direcon y de ministerios como Hacienda, Agricultura y Economía analizarán con más detalle las nuevas propuestas de los europeos y sus posibles impactos.
Si bien se sabe que de esta reunión no saldrá un acuerdo definitivo, son varios los gremios del agro que están pendientes de cuánto se puede avanzar, especialmente en el acceso al mercado, ya que -aun cuando alrededor del 90% de los productos que exporta Chile a la UE entran libres de aranceles y cuotas- todavía existen casi 900 partidas de productos nacionales con restricciones, frente a las cerca de 300 que tienen en total los europeos.
Y buena parte de los productos con restricciones, tanto de cuotas como de aranceles específicos y ad valorem, o períodos de ingreso sujetos a precios de entrada, corresponden al área silvoagropecuaria, como es el caso del aceite de oliva, distintos tipos de carnes, animales en pie y lácteos, entre otros.
Por eso, uno de los puntos clave para Chile en la modernización del acuerdo con la UE es actualizar esta área y apuntar, en lo posible, a una liberalización total del comercio entre ambas partes, una postura que el país ha mantenido en otras negociaciones de acuerdos bilaterales de comercio.
"Uno de los grandes objetivos, al margen de lo que es una modernización en sí misma y los elementos que conlleva, es mejorar las condiciones de acceso de un conjunto importante de productos, fundamentalmente agrícolas, que en el acuerdo quedaron con un tratamiento desmejorado. Para nosotros es uno de los elementos que pueden constituir una mejora o beneficio muy sustantivo como parte de esta negociación y estamos trabajando en esa dirección", sostiene antes de partir a Bélgica el director de Asuntos económicos bilaterales de la Direcon, Felipe Lopeandía.
Pero mejorar el acceso al mercado europeo no es el único tema que toca al agro en esta negociación. El interés de la Comisión Europea por incluir un capítulo enfocado en el reconocimiento de sus indicaciones geográficas -que hasta ahora solo está abordado con Chile en un anexo para los vinos y bebidas espirituosas- también es un punto complejo, junto con la posibilidad de incluir nuevos tópicos en materia sanitaria y fitosanitaria.
Las expectativas de los gremios.